Quesos blandos
El aroma y sabor característicos de estos quesos cremosos, blandos y blancos, proviene de unos cultivos bacterianos que se inician en la parte exterior del queso y van avanzando hacia el centro. Un queso maduro estará blando en el centro, ello se puede probar presionando ligeramente el contorno con los dedos. La pelusilla blanca que recubre la corteza también es el resultado de un crecimiento bacteriano, natural en la producción artesanal, donde el moho se forma en el lugar de maduración, o —en muchos quesos de fábrica— inducido mediante la pulverización de penicilina sobre la corteza. (Lo mismo es válido para los quesos con moho rojizo, q