Si la masa y la forma básica de la pasta son bastante constantes —dentro de las mil y una pequeñas variaciones regionales—, no se puede decir lo mismo de las pastas para sopa. La variedad es grande e incluye anillitos y estrellitas, que se usan para servir con caldo, en tanto que las variedades más grandes, tales como farfalline, conchitas y daditos se usan para preparar sopas más fuertes, como el ministrone o la pasta e fagioli (pasta y alubias). En Italia las sopas se adornan con diminutos radiadores y ruedas de coche, con platillos volantes, sombreros, botas, letras y números, todo hecho de pasta. Las formas más tradicionales incluyen g