Pato
El pato está lejos de ser una buena compra es un animal huesudo, cubierto de grasa y con escasa pechuga. En el momento de trincharlo —en el cual uno puede encontrarse peleándose con el pato antes de terminar— el lector descubrirá que la pechuga no alcanza para todos; pero, frío o caliente, el pato tiene un sabor y un aroma delicioso, y es tan rico y suculento, que bien vale la pena haberlo comprado. Los mejores patos franceses son los pequeños nanteses, y los más grandes, de Rouen; estos últimos se matan por asfixia para conservar la sangre, de modo que la carne se mantenga oscura y conserve el sabor fuerte característico que adquiere de es