Vinagres aromatizados

Libro de cocina
[Gastronomía]


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El vinagre de vino se puede aromatizar poniendo en una jarra hierbas aromáticas frescas —estragón, albahaca, menta, tomillo, pimpinela—, cubriéndolas con vinagre y dejándola en un lugar templado (la cocina, por ejemplo) durante una semana; ocasionalmente, se sacudirá un poco la jarra.

Después se decanta el vinagre, dejándole una simbólica ramita de hierba para saber de qué es.

Tres cucharadas de hierba fresca para un litro de vino es una buena medida.

Para preparar vinagre de ajo, se aplasta éste y se deja reposar durante 24 horas en el vinagre.

En un buen vinagre de chilis, estos se habrán tenido sumergidos en él durante diez días, con una sacudida diaria.

El mejor vinagre aromatizado casero es el que lleva estragón, excelente para la salsa holandesa y las ensaladas.

El de chilis se usará con mariscos, especialmente con ensalada de bogavante, el de pimpinela con mayonesa para acompañar pescado, el de ajo con aderezos para ensaladas, cuando en éstas entran sabores fuertes, tales como anchoas y alcaparras.