Guisantes capuchinos o mollares y guisantes-espárragos

Libro de cocina
[Gastronomía]


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Estos guisantes se comen con vaina.

Hay muchas variedades, y en todas ellas se ha conseguido reducir a un mínimo la delgada membrana fibrosa que recubre la vaina del guisante común, de modo que tanto los guisantes mollares más grandes, que contienen semillas inmaduras, como los pequeños y de color verde más oscuro son tiernos para comer, siempre que sean muy jóvenes.

Si tienen hilos en los costados, hay que quitárselos cuando se limpian.

Estos guisantes saben mejor cuando se hierven rápidamente en agua abundante y muy salada; la sal ayuda a conservar el color.

Cuando están cocidos no deben resultar desabridos, y lo mejor es servirlos simplemente con suficiente mantequilla como para que queden bien cubiertos.

Cuando son muy tiernos quedan bien en ensaladas, y todos los de esta variedad son también excelentes para freír, removiéndolos, constantemente en poco aceite.

Los guisantes espárragos, que no están relacionados con la familia del espárrago, se ven poco en la actualidad.

Tienen vainas aladas que, como las del guisante mollar, se comen junto con la semilla, pero sólo son buenos cuando son muy tiernos y miden a lo sumo 5 cm.