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Se dice que su nombre proviene de William Beukels, un holandés el siglo XIV, que inventó este método de conservación de los arenques sin vaciar.
Un buckling robusto y bien preparado puede constituir un rival digno de una trucha ahumada.
Se come con pan moreno, mantequilla y rodajas de limón, y también en pasta.
En Alemania se suelen servir ligeramente hechos a la parrilla o fritos lentamente, dejándoles dentro las huevas, se acompañan con chucrut o con huevos revueltos.
Espadines arenques pequeños
Una vez ahumados se sirven simplemente con pan moreno, mantequilla, limón y un vaso de cerveza.
No sólo son candidatos al ahumado, sino que a veces se encuentran enlatados como sardinas.