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El ciclo vital de las anguilas es tan raro como para no irle en zaga al de ningún otro pescado.
La anguila europea desova en el Mar de los Sargazos y sus larvas recorren hasta 7000 km hasta llegar a los lugares de agua dulce de donde provienen sus antepasados; allí se pasan la mayor parte de su vida y sólo regresan al Mar de los Sargazos para el desove, seguido de la muerte.
(Las anguilas americanas, australianas y japonesas desovan en lugares más próximos a la tierra, pero aun así tienen que hacer viajes muy largos.)
Guía para la compra: las angulas aparecen en primavera; anguilas las hay todo el año, pero son mejores en otoño.
Procure comprarlas vivas, porque las anguilas se endurecen y se ponen rancias instantáneamente cuando se las mata.
Si a alguien le asusta la perspectiva de tener que matar personalmente a una anguila, pida en la pescadería que se la maten, la pelen y la ten en pedazos.
Los pescaderos tienden a cortarla en trozos de unos 2,5 cm de largo, pero es mejor pedirlas en porciones de unos 8 cm, que tienen mejor aspecto y conservan mejor su humedad durante la cocción.
Los mejores métodos de cocción: las anguilas en gelatina y el eel pie and mash preparado con una especie de salsa de perejil han constituido durante mucho tiempo una especialidad del East End de Londres, las anguilas en gelatina son un deleite característico de la costa inglesa.
También se pueden guisar en vino tinto, asarlas a la parrilla envueltas en tocino y hojas de salvia, o saltearlas con unas hojas de laurel y servirlas con una salsa verde.
Las angulas se han de lavar y sacudir en un paño limpio para secarlas, pasarlas por harina y freirlas inmediatamente en aceite hirviendo.
En España se sirven fritas con ajo y guindillas.