Champiñones y otras setas

Libro de cocina
[Gastronomía]


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En muchos países, la recolección de setas es empresa otoñal, durante la cual muchas familias salen en busca de las aproximadamente 80 especies de setas comestibles que después se venden secas en los mercados locales, si no se consumieron frescas ya.

Es importante recordar, sin embargo, que para el aficionado que sale a hacer su cosecha cuando aún no se ha levantado el rocío, recoger setas es una empresa plagada de riesgos.

Algunas de ellas son indigestas, y unas pocas letales.

En Francia, Alemania, Italia y algunas partes de España donde recoger setas es deporte muy popular, los farmacéuticos verifican la seguridad de la cosecha.

Entretanto, multitud de setas silvestres se abren paso en los mercados de verduras de todo el mundo, por los buenos oficios de gentes con larga experiencia en su recolección.

Como variación frente al universal champiñón cultivado, uno de los placeres del otoño es ver una selección de formas silvestres, entre las que se cuenta el boleto, carnoso y marrón, y los dorados rebozuelos, ambos mundialmente conocidos y quizá, con mucho, las mejores setas silvestres.

Estas dos variedades, junto con la colmenilla, típica de la primavera, son las setas verdaderamente famosas en la cocina, pero para quienes puedan contar con un experto que les diga qué variedades elegir, hay otras muchas muy agradables.