Los champiñones más grandes

Libro de cocina
[Gastronomía]


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Son los que más se parecen a sus parientes silvestres y son de sabor casi igualmente penetrante.

Como ya están maduros, son los que se pueden comer asados a la parrilla con tocino, o sobre tostadas, salteados rápidamente con ajo, abundante pimienta negra y perejil picado.

Se pueden usar en sopas o guisos, pero no son adecuados, por ejemplo, para cocinarlos con pollo, porque los champiñones le dan un color desagradablemente gris.

Lo mejor es comprar pocos champiñones a la vez y con mayor frecuencia.

Los pequeños se van abriendo incluso en la nevera, y pronto empiezan a arrugarse.

Para limitar la evaporación se pueden envolver en polietileno o papel de aluminio.

Salvo los pequeños, todos los champiñones de carne más densa, actúan como esponjas durante la cocción, absorbiendo más de su propio peso en líquido, por lo que se han de agregar a los guisos hacia el final del tiempo de cocción.