Los nabos tempranos

Libro de cocina
[Gastronomía]


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Ya sean de forma esférica, cónica o achatada, son tan díferentes de los tardíos como las patatas nuevas de las viejas.

No se pelan antes de hervirlos, sino que se frotan después, con lo que la piel se desprende fácilmente sin que el nabo pierda sabor.

Aunque con cualquier verdura tierna es una pena hacer algo más que hervirla unos minutos, los nabos tempranos, glaseados, son deliciosos y constituyen el acompañamiento clásico del pato asado.

Las hojas frescas se pueden preparar de la misma forma que las verduras de hoja de primavera.

Los nabos tardíos pueden tener un color purpúreo en la parte inferior, se pelan antes de asarlos o hervirlos.