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De la carpa, uno de los pescados más resistentes, se sabe que existía en Asia hace ya miles de años, y tiene fama de ser longeva.
Es un pescado un tanto pesado y de movimientos lentos, que en su estado natural vive en ríos de corriente lenta y en ocasiones fangosas, y también en lagos pero que es capaz de sobrevivir en estanques artificiales, de modo que se lo produce también en criadero.
La carpa común está cubierta de escamas, pero se han obtenido algunas variedades con sólo unas pocas escamas grandes, que se pueden quitar con las uñas, o bien sin escamas.
Para escamar una carpa común hay que echarle primero por encima un poco de agua hirviendo, pero es mejor pedir que lo hagan en la pescadería.
Es un pescado de carne compacta, que necesita abundantes condimentos.
Guía para la compra: son mejores a fines del verano y durante el otoño.
Se venden enteras, y generalmente un ejemplar tiene el tamaño adecuado para cuatro personas.
Los mejores métodos de cocción: rellena y horneada, o escalfada y servida con una salsa de raiforte o de acederas.
Una carpa horneada se puede servir en una fuente grande, rodeada de gobios fritos si estos han constituido parte de la pesca del día; los pescaditos se pasarán por huevo y pan rallado antes de freírlos.
También las recetas judias para carpa son excelentes.