Otros pescados de agua dulce

Libro de cocina
[Gastronomía]


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Los pescados siguientes no se pescan ni se crian con fines comerciales, y es improbable encontrarlos en las pescaderías.

Son objeto de pesca deportiva y suelen constituir trofeos más para el pescador que para el cocinero.

Barbo. Respetado por los pescadores de caña europeos como uno de los pescados de agua dulce más difíciles de pescar, el barbo no es muy bueno, ya que su carne es un tanto basta y algodonosa.

Antes de la cocción hay que limpiarlo, dejarlo en remojo, enjugarlo y volverlo a remojar, las huevas son indigestas.

Lubinas de agua dulce. Nombre colectivo para una gran familia de peces óseos y de aletas espinosas, que incluye a la magnífica lubina de mar.

Son todos buenos para comer, Los ejemplares pequeños se cocinan enteros, al horno y rellenos, o se los hace a la parrilla con ramitas de hinojo.

Los filetes de ejemplares más grandes se pueden cocer sin hervirlos o prepararlos à la meuniàre.

Alburno, breca, dardo. Pescado pequeño, delgado y de color plateado, que se encuentra en los ríos del norte de Europa y que se puede preparar como la morralla.

Brema. Este pescado necesita condimentos e ingredientes que lo realcen, ya que es de carne un tanto seca y desabrida.

La brema europea se puede cocinar como la carpa.

Lota. Este hermoso pescado dorado es el unico miembro de la familia del bacalao que vive en agua dulce, y se encuentra en Europa, Inglaterra y los Estados Unidos.

Es de carne buena, firme y grasa, y el hígado, muy sabroso, se puede cortar en rodajas para que suelte sus aceites y hornearlo o cocerlo con el pescado.

También se puede preparar la lota en vino tinto o servirla con una salsa de tomates, queso y crema.

Es mejor en verano.

Pez gato. Llamado así por la forma de la cabeza y las largas barbillas que le cuelgan alrededor de la boca a modo de bigotes, es un pescado especialmente resistente.

Se le debe quitar la piel antes de cocinarlo, y por lo común se hace en filetes, fritos en abundante aceite, y se sirven con salsa tártara.

También constituye buena base para una sopa de pescado, que debe incluir en abundancia tomates, ajos, hierbas aromáticas y vino blanco.

Leucisco. Un pescado que corresponde exactamente a la descripción de «algodón relleno de agujas»; es de carne aguachenta, está lleno de pequeñas espinas ahorquilladas y en realidad no vale la pena comerlo.

Sin embargo, quien pesque uno y no quiera tirarlo, puede probar a guisarlo, freírlo u hornearlo, envuelto en aluminio y sazonado con hierbas.

Se lo debe cocinar lo más pronto posible porque el sabor se altera muy rápidamente.

Gobio. Estos deliciosos pescaditos, que se encuentran en los fondos arenosos de muchos ríos y lagos europeos, se pueden preparar fritos como la morralla, para después servirlos con limón y perejil picado.

Arenque de lago/cisco. Salmónido muy abundante en los grandes lagos de los tados Unidos y Canadá, el arenque de lago, apodado cisco, da buenos platos si se lo prepara siguiendo las recetas usadas para la trucha, el aperlano o el salmón.

Rutilo. Este sabroso pescado de Inglaterra y Europa desanima a quienes desean saborearlo por su enorme cantidad de espinas.

Los ejemplares más grandes, de alrededor de 1,5 kg se pueden trozear para freírlos en mantequilla o hacerlos al horno, con vino blanco.

Las huevas, de color verde, son comestibles y se vuelven rojas con la cocción.

Tenca. Este pescado, del cual se dice que es mejor cuando se pesca en corrientes rápidas, debe ser escamado, vaciado y remojado en agua fría antes de cocinarlo.

Su carne es bastante blanda y con sabor a barro, pero se puede preparar a la marinera, con anguila, carpa y lucio; también frito o al horno, se debe presentar con una salsa que lo realce y en la que entren sabores fuertes como hierbas aromáticas, clavo de olor, ajo o chalotes.

La temporada de las tencas va del otoño a la primavera.

Lavareto. En los lagos frios y transparentes del norte de Europa, se encuentran también otras especies de salmónidos, que se pueden preparar como el tímalo.