El pescado enlatado

Libro de cocina
[Gastronomía]


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El pescado es uno de los pocos productos que resisten bien el proceso de enlatado.

El atún y las sardinas en lata, por ejemplo, tienen su propia reputación; aunque son muy diferentes de los ejemplares frescos, son muy buenos.

Salmón

El salmón enlatado se vende en varias calidades: desde el de color rojo brillante, no muy bueno (cuanto más oscuro, más aceitoso) al de un color rosado más aceptable.

Es adecuado —y resulta útil— para pasteles y croquetas de pescado.

Sardinas

Las sardinas de calidad han sido saladas discretamente, secadas correctamente y ligeramente cocidas en aceite de oliva antes de almacenarlas durante más o menos un año, para que se amalgamen el sabor y aroma del pescado con el del aceite.

Las sardinas se comen enteras, con pan moreno, mantequilla y un poco de limón, o bien se trituran para usarlas en sandwiches o para rellenar huevos.

Parrochas

Estos pescados, un poco más grandes que las sardinas, no pueden tener la competencia con éstas.

Para hacerlos un poco más interesantes, al envasarlos se suele bañarlos en salsa de tomate.

Atún

El mejor atún enlatado es de la vapiedad albacora, el rey de los atunes y el único al que se puede describir como «de carne blanca». Otras variedades de atún son más oscuras, pero todas son excelentes para las ensaladas.

El atún enlatado se usa para el clásico vitello tonnato, ternera fría servida con una cremosa salsa de atún.

Prefiera el atún de buena calidad, en trozos grandes, conservados en aceite y no en agua.

Las marcas más baratas contienen trozos desmenuzados que sirven unicamente para sandwiches.

Anguilas en gelatina

Este plato tradicional de los cockneys es dificil de encontrar recién preparado, pero se vende enlatado y es bueno para el aperitivo, con berros.

Espadines, arenques pequeños

Estos pescaditos se venden generalmente como sustitutos de las sardinas.